HA
LLEGADO EL MOMENTO
Han
pasado ya unos días desde la celebración de elecciones generales en España y
nada se ha decidido ya, excepto que todo está por decidir. No se puede hablar
de un ganador como ocurría durante los tiempos del bipartidismo, ni tampoco de
perdedores, pues aquellos que han obtenido un menor número de votos y por ende,
de escaños, se han convertido en la llave maestra, en el engranaje necesario
para que este país no permanezca mucho más tiempo en la ingobernabilidad, en la
lucha a muerte por ocupar un puesto que todos desean pero que ninguno está
dispuesto a echarse a un lado por el bien de la ciudadanía.
Muchos
son los posibles pactos que se manejan. Un Juego
de Tronos en toda regla, dónde cada líder desea encumbrarse como el adalid,
el salvador de España, el que ha sido capaz de unir a todas las fuerzas
políticas y fomentar políticas de pactos que permitan el inicio de una
legislatura que, por el momento, tiene indicios de tardar en arrancar. Aunque las
opciones son variadas y algunas sorprendentes, ya hay quien ha empezado a oler
la sangre y postularse como sucesor de algún Secretario General, sin saber muy
bien cuáles son sus pretensiones, sus intenciones o si se trata solamente de
una nueva maniobra mediática para ejercer presión sobre algún líder político. Es
decir, de nuevo los medios de comunicación son los que marcan la línea a seguir
de la actualidad en este país, a veces inventando, las otras presionando o
simplemente creando diversas tendencias de opinión, olvidando lo verdaderamente
importante: España está sin Gobierno, no se pueden aprobar leyes, la
incertidumbre, no solo interna sino externa, es cada vez mayor, y la
desconfianza generada no ayuda en nada a encaminar un futuro nuevo, desafiante
y lleno de opciones.
España
ha dicho que la Izquierda es la que debe gobernar este país, pero no se decanta
por quién debe de ponerse al frente de un gobierno. ¿Serán los socialistas, con
sus luchas internar, su secretarios generales autónomos con aspiraciones
nacionales?, ¿Será Podemos, un partido emergente que ha dado un giro al centro
en sus declaraciones, en sus argumentaciones, un grupo de izquierdas que goza
de la aprobación de una parte importante de la ciudadanía? ¿Será IU/Unidad
Popular quienes, con sus votos y sus escaños puedan ayudar a configurar un
gobierno de Izquierdas, mermados ellos por su exclusión de los debates
nacionales, de la primera línea en las campañas electorales?
En
el caso de que lo que se denomina la izquierda
española decidiese unirse, formar un gobierno que dé estabilidad al país y que
las Leyes fluyan de nuevo, que se dé salida a los grandes pactos nacionales que
necesitamos los españoles, surge el gran interrogante. ¿Quién se convertirá en
el Presidente del Gobierno? ¿Rechazará alguno de ellos ese puesto por sentido
de Estado, pensando más en los intereses de los españoles que en los intereses
de partido? ¿Serán capaces los 3 grandes líderes de la izquierda de anteponer
sus ansias de poder, de apartar su orgullo, de obviar ese Trono de Gobierno, y permitir que uno de ellos se lleve la gloria y
el reconocimiento? ¿O, simplemente permitirán que sean otros quienes caigan con
todo, quienes carguen con la responsabilidad, que estén en primera línea de
fuego, que sean objetivos fáciles, mientras los otros se atrincheran y se hacen
fuertes esperando dar, con el tiempo, un paso al frente?
Mientras
unos y otros hablan de España, de sus ciudadanos, de sus líneas rojas o de sus
puentes, la propia izquierda se desmorona en torno a los partidos llamados de
centro derecha, que aprovechan la debilidad histórica de la izquierda y de su unión
para ganar tiempo y acusar a los demás de no querer ayudar en la formación de
un Gobierno y un Parlamento.
Quizás
ha llegado la hora de demostrar que la izquierda tiene verdaderos líderes que
piensan más en el bien de España, en sus intereses y sus ciudadanos, que en
ideologías y adalides de una izquierda que se desmorona de dentro hacia afuera.
Por su bien, por el bien de estos partidos y, sobre todo, por respeto a todos
los ciudadanos que votaron a favor de un cambio, independientemente de siglas o
ideologías, ha llegado el momento de que aparezcan los líderes natos, los
grandes estrategas que den estabilidad a España.
Como
decía Kurt Cobain: “Prefiero que me odien por lo que soy a que me amen por lo
que no soy”