"(...) Y AHORA, LA ULTIMA IMAGEN: EN EL PUÑO UNA ROSA; EL PUÑO PARA EL COMBATE, LA ROSA PARA LA FELICIDAD"



20/3/12

NUEVO SECRETARIO, NUEVOS DESAFIOS

Hace unas semanas el PSOE de La Rioja elegía a su nuevo Secretario General. Está claro que cuando se trata de una elección, el elegido no es del agrado de todos, haya uno o más candidatos como sucedió en este caso. Sin embargo, nadie puede dudar de la elección del nuevo Secretario, más aún, cuando se sumaron los votos de los otros dos candidatos en un intento de evitar su nombramiento al frente de los socialistas riojanos. Por ello, la presencia de César Luena está justificada de todos modos, siendo una elección democrática y apoyada por una parte importante de los afiliados al partido socialista.

Ha habido, como suele pasar en estos casos, críticas a la dualidad del puesto. Se critica que cómo puede ser Secretario General del PSOE riojano y, a la vez, Diputado por La Rioja en el Congreso, más aún en esta época de crisis. La cuestión es saber si aquellos que se han manifestado en contra de esta situación, actuarían de igual modo o renunciarían a uno de sus puestos, pues es muy fácil hacer comentarios y discursos políticamente correctos cuando no se tiene responsabilidad ninguna que tener que tomar las decisiones correctas cuando el poder fluye a tu alrededor.

Tal y como está la situación, tanto a nivel regional como nacional, es preciso dejar de lado rencillas o comentarios y luchas internas que sólo llevan a debilitar el partido y ofrecer una imagen de desunión y falta de compromiso al ciudadano y aportar todos en la misma dirección. Como nuevo Secretario General, debemos de dar un voto de confianza a sus gestiones y su labor al frente del partido, pues se trata de una persona joven, con experi3encia en diversos aspectos dentro del partido y que, por lo tanto, aportará nuevas visiones y ópticas a las necesidades de la ciudadanía y defenderá los intereses de nuestra comunidad por encima de ventajas partidistas.

Eso sí, es obligación de los socialistas riojanos, criticar cuando sea necesario, pero siempre desde una argumentación constructiva, aquellas disposiciones que se crean, no son correctas, con el fin de mejorar y hacer del partido una referencia para los ciudadanos, una alternativa de cambio, no sólo para nuestra comunidad, sino también a nivel nacional. Y eso no se consigue con los comentarios velados, las críticas o la falta de ideas, sino con el compromiso de todos, que el partido sea una sola voz, aunque haya discrepancias, pero que sean positivas; con el debate interno y el diálogo abierto entre todas las personas; evitando caer en la desolación o la crítica inmediata si las cosas no salen bien al principio; manteniendo un voto de confianza en la personas o personas elegidas de forma democrática y, sobre todo, elaborando un programa progresista, de futuro, práctico y realista, adecuado a la realidad regional del momento, sin perder de vista lo que sucede a nivel nacional o, inclusive, a nivel internacional.

Lo primero que creo, debe hacer el nuevo Secretario y su nueva corporación es establecer el programa que va a llevar en los próximos meses, y para ello, es necesario un debate de ideas entre los miembros del partido, pero abierto a la ciudadanía; en segundo lugar, establecer diálogo con el resto de partidos políticos y sellar acuerdos en aquellas cuestiones que puedan beneficiar al conjunto de la ciudadanía, dejando de lado cuestiones ideológicas o compromisos políticos; en tercer lugar, intentar recuperar la confianza de los ciudadanos, haciendo del partido la casa de las ideas, en las que tengan cabida las propuestas ciudadanas, siendo transparentes en todos los aspectos, saliendo a la calle y oyendo las necesidades de los riojanos y, junto con el resto de fuerzas políticas, establecer las medidas necesarias para llevarlas a cabo.

Arduas tareas, pero estoy seguro que la juventud y las ganas de demostrar que su elección ha sido positiva para el partido, el nuevo Secretario del PSOE riojano no dudará en intentar llevarlas a cabo, contando con el apoyo de todos. Seguramente andaríamos mejor si no fuera porque hemos construido demasiados muros y no suficientes puentes.